El paro prosiguió con su escalada en Almansa en el mes de febrero, que deja un saldo de otros 172 desempleados más y una cifra total que se eleva ya hasta los 2.717, camino –de seguir este ritmo- de alcanzar la cota nunca vista de los 3.000 parados en pocos meses. El porcentaje en que ha subido el paro en la ciudad –el 6,7 por ciento- está por encima del de la región (5,6) y del nacional (4,6).
Pero fuera de las cifras insostenibles hay tragedias personales, esta aumentando el riesgo de la exclusion social de los ciudadanos almanseños que tienen que hacer frente a sus hipotecas para no perder sus viviendas, pagar sus facturas y darle una educación de futuro a sus hijos y que no este fuera de sus posiblidades.
En estos momento debemos de encontrar coraje para seguir luchando y defender lo que ha costado tanto y durante tantos años, el construir el tejido industrial, el conformismo no es buen acompañante en esta época difícil.
Por eso debemos reinventarnos, aprender y renovarnos la juventud sindicalista animó a "Dominar la Calle" con "unidad y solidaridad", las armas de la clase trabajadora . Porque para los trabajadores no va haber Plan de Rescate, tenemos que utilizar nuestras herramientas.
A veces la capacidad no lo es todo, hay que pensar con imaginación y solidaridad, en la adaptacion a nuevas situaciones e inventar nuevas fórmulas para defendernos y no renunciar a nuestros derechos en esta situación sangrante. Recordamos que los trabajadores no han provocado la crisis, sino un modelo de crecimiento "injusto", aunque los empresarios, que llevan "diez años enriqueciéndose", sí quieren que la paguen ellos exclusivamente y de hecho ya la están pagando.
La economia Almanseña esta en la UVI y marca un encefalograma plano y los cuidados paliativos y las medidas sosegadas no funcionan, mucho discurso y propaganda en campaña pero la mentira parece ser que es Ciencia para algunos y asi poder llegar al poder , vamos a dejarnos de cantos de sirenas y cimentar el presente.
Estamos rozando un estado de emergencia económica y social que produce miedo, inseguridad y conflicto. No hay que medir la fortaleza de la economía por el número de beneficios economicos, sino por que alguien con buenas ideas pueda arriesgarse y emprender un nuevo o mantener el negocio, una economía social que honra la dignidad del trabajo.
